- No había pavimento… ni tierra. Todavía no existían las calles asfaltadas, pero uno esperaría caminar sobre tierra o piedras. Pues lo que los pies tocaban era excremento. Las personas y los animales solían hacer sus necesidades en cualquier sitio, así que lo que llenaba el piso eran las heces.
- Baldes por la ventana. En Londres y algunos otros sitios se había prohibido tirar baldes con excrementos por la ventana. No obstante, la gente lo hacía igual y si ibas muy distraído, podías llevarte un interesante regalo de las alturas.
- Higiene personal. La ropa raramente se cambiaba y el baño no era algo común para todos. Además había muchas costumbres, sobre todo en Londres, que generaban un olor horrible en la ciudad.
- Cubiertos. Ya existían las cucharas y los cuchillos, pero no los tenedores y esto hacía que se usaran las manos para comer. Por supuesto que no existía la costumbre de lavarse las manos y por ende, las enfermedades abundaban.
- Dientes limpios. Muchos intentaban mantener sus dientes sanos en la Edad Media, por ejemplo, quemando y aplicándose romero. No era una técnica muy efectiva, pero algo es algo. Las extracciones eran dolorosas y sin anestesia, por lo que los dientes eran un bien preciado.
- Pan alucinógeno. Durante el verano los granjeros se quedaban sin trigo para hacer pan y entonces se usaba el centeno almacenado. El problema es que generalmente se contaminaba con ergot, un hongo que produce efectos alucinógenos similares a los del LSD.
- Los animales iban a juicio. Los casos más notorios eran los de asesinato o robo, y generalmente no había mucho que hacer, por supuesto. La ley funcionaba muy bien… o muy mal, depende la perspectiva.
- Zapatos largos. En la época medieval avanzada los hombres solían usar zapatos muy largos, considerados última moda. Para que se vieran mejor, solían reforzarlos con huesos u otros materiales, y si querían moverse con facilidad, ataban la punta al pantalón.






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